Los dos minerales de sodio y cloruro forman la sal de cloruro de sodio, que se utiliza como sal de mesa y sal en la dieta. El sodio y el cloruro son responsables de la transmisión de estímulos a lo largo de los nervios. Además, ambos mantienen la función de la membrana celular y la activación de numerosas enzimas. El sodio, junto con el potasio, regula el balance de líquidos en el cuerpo y, por lo tanto, también la presión arterial.
Sodio y cloruro en los alimentos.
El sodio y el cloruro se encuentran principalmente en sopas salinas e instantáneas, pero también en jamón, salchichas, cerdo ahumado, quesos blandos y duros o verduras como espinacas, aceitunas en escabeche y zanahorias. Debido al alto contenido de sal de la cocina occidental, la mayoría de las personas consumen demasiado sodio, por lo que a menudo se excede la dosis diaria de sodio de 550 mg. Esta dosis de sodio está incluida en:
- 40 g Limburger
- 50 g de queso duro
- 50 g de jamón cocido
- 1 litro de leche entera
- 700 g de carne
- 750 g de zanahorias o espinacas
Sodio en el cuerpo
Cerca de 70 a 100 g de sodio se almacenan en el cuerpo humano. De estos, un tercio está en los huesos y puede ser liberado a la sangre según sea necesario. Probablemente la función más importante de este mineral es la regulación del balance de agua junto con el potasio. Tanto el exceso de agua como la falta de agua en el cuerpo son muy peligrosas para los humanos, por lo que el sodio es importante para una distribución equilibrada del agua.
El sodio también juega un papel importante en el equilibrio ácido-base. En virtud de su carga eléctrica, las partículas de sodio también tienen una gran influencia en la propagación de los estímulos a lo largo de los nervios, así como en el trabajo muscular y el ritmo cardíaco.
Equilibrar la deficiencia de sodio en la sangre.
La deficiencia de sodio es muy rara, ya que el sodio se encuentra en prácticamente todos los alimentos de nutrición diaria. Sin embargo, la sudoración intensa, los vómitos y la diarrea persistente pueden causar deficiencia de sodio en la sangre. Esto generalmente se expresa por una caída en la presión arterial asociada con síntomas como mareos, dolor de cabeza, náuseas y debilidad.
La falta de sodio y cloruro puede provocar calambres e incluso insuficiencia circulatoria. Al tratar las molestias gastrointestinales o evitar la sudoración y al mismo tiempo una dieta salina equilibrada, una deficiencia de sodio generalmente se compensa rápidamente.
Sobredosis y sobreoferta con sodio.
El exceso de oferta de sodio es más fácil de obtener al consumir alimentos con alto contenido de sal que la deficiencia de sodio. Sin embargo, este exceso de suministro de sodio apenas causa problemas en personas sanas. Los posibles síntomas de una sobredosis de sodio son edema, irritabilidad, inquietud, fatiga, sed o mareos. Sin embargo, en pacientes con insuficiencia renal (insuficiencia renal) la presión arterial alta puede ser el resultado, lo que puede tener consecuencias de largo alcance para la salud.